La relajación como una herramienta para la reducción del estrés se basa en el trabajo realizado en 1930 por el neurólogo estadounidense E. Jacobson. La pregunta que surge es si el alivio del músculo, a su vez conduce a la relajación mental. Es obvio, la relajación física conduce de hecho a la relajación mental. Porque la mente gobierna todo los músculos, para dar lugar a una relajación psíquica real, y debe ir a través de la apropiada técnica.
No obstante la relajación incluye la concentración y meditación profunda. Esto es de enorme provecho, y en muchos aspectos, en el contexto de la reducción del estrés. Desde el instante en que comienza el ejercicio se debe hacerlo con total entrega y responsabilidad. Los músculos entran en juego por completo. El alivio del tono muscular lleva, obviamente, agravado por una sensación de gravedad, es decir, por un efecto de pesadez. Esto reduce la presión sobre los vasos de los músculos, lo que naturalmente favorece la circulación sanguínea. Siempre es difícil de conceptualizar la transición de la física a la salud mental cuando no está acostumbrado con el proceso descrito, sin embargo cuando preacticamos tan seguido; no hay otra opción sino comenzar la ruta. En un principio, es mejor ir acompañado de un asesor calificado.
Posteriormente, las técnicas básicas una vez estudiadas, cualquier persona motivada puede efectuarlo de manera autosuficiente. Es vital indicar aquí que por via de la relajación física y mental, el proposito de vencer al estrés será una realidad. Pero hay que hacerlo en horario fijo por lo menos 1/4 de hora x día para ver los resultados.
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